El Dr. Alireza Chizari, estratega iraní y presidente de la junta directiva de la Asociación de productores, proveedores, distribuidores y exportadores de equipos y suministros médicos y farmacéuticos, advirtió en una conferencia especializada sobre desarrollos estratégicos regionales y mundiales que cualquier intervención militar o presión agresiva contra Irán no solo no debilitará la estructura política del país, sino que podría conducir a una mayor integración de las dos fuerzas históricas de Irán, es decir, el nacionalismo iraní y el chiismo político; una combinación altamente cohesionadora, movilizadora y potencialmente explosiva.
Según él, la historia ha demostrado que la sociedad iraní, especialmente en condiciones de amenaza externa, tiende a la solidaridad interna y a la redefinición de la identidad colectiva en lugar de la fragmentación. Considera que algunos responsables políticos occidentales, por simplificación, piensan que la presión externa puede intensificar las divisiones internas, mientras que en la estructura social iraní, estas presiones a menudo han resultado en la sinergia del poder nacional y religioso.
Chizari afirmó que la continuación de enfoques estrictos y la imposición de presiones militares o de seguridad sobre Irán pueden provocar la reactivación de un tipo de «nacionalismo chií» que fortalece la legitimidad del sistema político a los ojos del pueblo e incluso coloca a sectores no ideológicos de la sociedad en el frente de defensa del país.
Este autor de artículos y libros históricos sostiene que tal reacción no se debe únicamente a creencias religiosas, sino que remonta a las raíces históricas y civilizatorias de la nación iraní; un pueblo que a lo largo de la historia se ha movilizado en múltiples ocasiones bajo la bandera de una identidad común —tanto nacional como religiosa— frente a amenazas externas.
Basándose en experiencias históricas contemporáneas, el Dr. Chizari enfatizó que cualquier acción militar contra Irán no solo es costosa e infructuosa, sino que puede generar una resistencia masiva en diversos niveles de la sociedad, con amplias consecuencias para la estabilidad regional y el orden internacional.
Recordó el ataque de Mahmoud Afghan contra Irán y el resentimiento iraní, señalando que tras un siglo ni un solo afgano vivo regresó desde Irán a su tierra natal. También consideró importante el destino y las lecciones de la historia con respecto a Irán y los iraníes, ejemplificadas en el gobierno de Nader Shah Afshar, y advirtió sobre los pantanos de conflictos como las guerras de Vietnam, Afganistán y otros en la historia reciente de Estados Unidos.
Además, expresó su opinión sobre las nuevas alianzas que se están formando entre potencias asiáticas como Irán, Rusia y China, y cree que la continuación de la presión occidental, especialmente de Estados Unidos y Europa, para provocar al régimen israelí podría acercar más estos ejes orientales. Chizari ve esta dinámica no como una amenaza para el mundo, sino como una consecuencia natural de las políticas confrontacionales occidentales; políticas que, cuanto más intentan aislar y contener, más resultan en la unidad y cohesión entre los países objetivo.
Al final de la reunión, el Dr. Alireza Chizari subrayó que su perspectiva se basa en un conocimiento local, experiencia diplomática y análisis estratégico.
Curiosamente, según los medios especializados, grandes pensadores estratégicos del mundo como Brzezinski, destacado estratega estadounidense y asesor de seguridad nacional durante la administración Carter, expresaron advertencias similares hace años. Según Chizari, lo que hoy vemos en la práctica es la realización de esas predicciones de Brzezinski que, de haberse tomado en serio, tal vez hubieran dado lugar a un panorama regional muy diferente.
¿Será que Irán en esta era presencie el surgimiento de un nuevo Brzezinski?